¿Mar o montaña? No renuncie a sus vacaciones, incluso con un bebé de pocos meses. Solo sigue algunos consejos para el bienestar del pequeño y de toda la familia
Se acerca la temporada navideña y para muchos padres es hora de elegir adónde ir vacaciones con un recién nacido conciliar el bienestar del bebé con el deseo adecuado de relajación para toda la familia. ¿Mar, montaña, campo? Al elegir el destino debes evaluar cuidadosamente el medio de transporte, la duración del viaje, los servicios que ofrece la ubicación y la estructura que te acogerá. En general, viajar con un bebé de pocos meses tiene algunas ventajas sobre un bebé de dos o tres años: duerme muchas horas al día y se puede llevar fácilmente en su regazo o en su Honda del bebé (que deja tus manos libres).
En muchos resorts de playa o montaña hay muchos hoteles familiares equipados para familias con niños muy pequeños, que ofrecen actividades de entretenimiento, habitaciones equipadas y servicios útiles como cuidado de niños o asistencia pediátrica. ¿Qué estructura elegir: hotel, casa de campo o apartamento? Lo que realmente marca la diferencia es la gama de servicios y accesorios para bebés disponibles en el sitio:
- espacios para la relajación
- áreas de juego
- menú flexible (para niños ya destetados o con necesidades especiales)
- calentador de botellas
- cuna o cama pequeña en la habitación
- bañera para bebés
- mesa para cambiar pañales
- silla alta
- hervidor de agua
- microondas
Compare esta lista con la estructura donde tiene la intención de reservar: si casi todo está presente, puede evitar largos preparativos y, sobre todo, ¡viajar ligero! No olvide que cuando esté de vacaciones con un recién nacido debe poder contar con un servicio de asistencia médica pediátrica y una farmacia en las inmediaciones: consulte estas condiciones solicitando detalles en el hotel, la agencia de reservas y en La Internet.
Vacaciones en la playa con un bebé
El mar es la imagen del relax: elegir un hotel frente al mar (si el lugar no hace mucho viento) es realmente estratégico para evitar desplazamientos bajo el sol en busca de un rincón libre de la playa ¿Playa de arena o cantos rodados? Los niños están locos por ambos, pero si dan sus primeros pasos, necesitarán sandalias: tanto la arena como los guijarros se calientan con el sol. Un lugar con fondos poco profundos y arenosos, como muchos en el mar Adriático, facilita que los más pequeños se acerquen al agua. Recuerda que un sombrero de ala ancha, paraguas, vestidos de fibras naturales frescas y transpirables y uno protector solar con alto índice de protección son esenciales para proteger al bebé del calor y los rayos ultravioleta.
Vacaciones en la montaña con un bebé
Una altitud moderada y el aire templado hacen que te olvides del bochornoso calor de la ciudad, y además algunos centros turísticos de montaña ofrecen instalaciones termales y spas en los que dedicar momentos de relajación regeneradora. Consigue un portabebés o una mochila porta bebé: ¡puedes permitirte paseos cómodos mientras tu pequeño toma largas siestas! Presta atención a la altitud: aunque sea modesta, la ropa adecuada será fundamental para el recién nacido. En la montaña, la temperatura puede bajar drásticamente en unas pocas horas incluso en verano, por lo que necesitarás sudaderas con capucha, pantalones cortos largos, una chaqueta cortavientos, una manta. Un bloqueador solar con un factor de protección muy alto es fundamental … no te dejes engañar por las temperaturas más frescas: ¡el sol de la montaña puede quemar más que el mar!
Vacaciones en el campo con un recién nacido
En Italia, especialmente en los últimos años, el campo se ha convertido en sinónimo de agroturismo: turismo en contacto con la naturaleza en granjas repartidas por todo el territorio y capaz de ofrecer habitaciones o apartamentos equipados incluso para quienes se quedan con un bebé. Algunas casas rurales ofrecen catering, productos típicos de la zona, experiencias culturales, tratamientos de bienestar: la combinación perfecta para el descanso de los nuevos padres.