Crisis de la mediana edad femenina: síntomas y duración

La crisis de la mediana edad a menudo cambia la vida de una persona, no necesariamente para peor. Si tú también te encuentras en este delicado paso, averigua cuál es la mejor manera de afrontarlo y disfruta de la vida.

Durante años, la crisis de la mediana edad ha evocado un repertorio variado de clichés, a menudo poco realistas y dramatizantes. También por esta razón, hoy en día, tendemos a no definirla más como una crisis, sino como transición de mediana edad.

Los expertos en salud mental dicen que el término crisis, de hecho, a menudo es inapropiado, porque aunque esta etapa de la vida puede caracterizarse por trastornos físicos y psicológicos, también puede representar un período de gran crecimiento interior.

En el caso de las mujeres, esta fase casi siempre coincide con la período de la menopausiaSin duda, un momento muy delicado y no siempre fácil de gestionar, dado que nuestra cultura todavía propone con demasiada frecuencia el ideal de una "juventud forzada".

Tanto hombres como mujeres tienen las mismas posibilidades de experimentando la crisis o transición de la mediana edad. La única diferencia está en la forma en que se trata.

Las mujeres tienden a basar su valor en las relaciones interpersonales, incluso si han tenido una carrera exitosa a sus espaldas. Por lo tanto, están más inclinados a evaluar los suyos de manera más crítica. actuaciones como esposas, madres o ambas figuras.

Todo está alborotado desde un punto de vista físico, psicológico y espiritual. Para algunos puede resultar esclarecedor, para otros difícil. La forma en que se aborde esta etapa de la vida depende de una serie de factores, incluido el apoyo de su pareja y seres queridos y el tuyo fuerza de caracter.

"El significado de la crisis de la mediana edad parece, por tanto, ligado a un momento en el que la mayor conciencia de la finitud de nuestro ser nos obliga a abordar cuestiones profundas y existenciales, vinculadas al tema de quiénes somos y quiénes queremos ser", él comenta allí Dra. Sabina Rasia, psicóloga-psicoterapeuta que trabaja en Studio Cattabeni de Milán. “Para responder a estas preguntas, se requiere el coraje de mirar hacia adentro, afrontar un viaje interior que a menudo es tortuoso y nada obvio. Es un viaje, sin embargo, que, más allá de sus dificultades, puede ayudarnos revelar partes de nosotros hasta ahora dormidas, excluidas, no reconocidas, permitiéndonos por un lado reconciliarnos con nuestros deseos, pensamientos, sentimientos y por otro abriéndonos a perspectivas aún inéditas de nuestra vida, a través del cual podemos recuperar la responsabilidad y la libertad para realizar nuestros valores y significados de vida ».

Síntomas

No existen síntomas comunes a todas las mujeres y necesariamente siempre presentes que identifiquen la crisis de la mediana edad.

LA Más común son: mayores inseguridad, conflictos con la pareja más frecuente, reflexionando sobre los errores cometido en el pasado, aburrimiento es falta de goles y estímulos.

Sin duda, uno de los signos más evidentes de esta crisis se manifiesta en la Necesito ser joven otra vez. Este sentimiento puede llevar a buscar nuevas experiencias, hacer cosas que antes no se hacían por diversos motivos, vestirse como adolescentes, ir a clubs o discotecas, etc.

Esta nueva actitud ante la vida puede convertirse en un maravilloso despertar, en una fuerte motivación que nos aleja de la rutina, pero que también puede provocar una gran nostalgia que nos bloquea y nos empuja a experimentar una especie de letargo mental y emocional, haciéndonos olvidar que, en realidad, aún quedan muchas cosas por hacer. hacer.

Duración

En cuanto a la duración de la transición a la mediana edad, no hay un marco de tiempo predefinido. Para algunos, este período puede durar unos meses, para otros incluso años. Todo depende no solo del carácter de cada persona, sino también de su pasado, estatus social, ambiente familiar y el apoyo que recibe.

La ciencia, sin embargo, nos consuela al demostrar que Llegaste al fondo solo puedes subir. Una vez que hayas aprendido a aceptar tu vida por lo que es, además de no dañarte al mirar hacia atrás en el pasado, uno encuentra la serenidad que se creía perdida para siempre.

Si te encuentras, por tanto, en el punto más bajo de la parábola del bienestar, intenta considerar la situación con filosofía y realismo: las cosas solo pueden ser mejores que eso.

Algunos consejos prácticos

- Mantén una actitud positiva.: la edad trae experiencia, sabiduría y conocimiento. Aún te quedan muchos años por delante y ciertamente no vale la pena vivir en sufrimiento.

- Disfruta tu vida: la experiencia de crecer y pasar por muchas dificultades te hace aún más interesante y más fuerte. Tienes un mayor autocontrol y difícilmente te encontrarás sin saber las consecuencias de tus acciones. Recuerde siempre que el mejor momento para vivir es el "aquí y ahora". No asocie la juventud con la felicidad: en cada etapa de la vida puede ser feliz.

- Pensar: A mitad de su vida es un buen momento para pensar en lo que ha hecho y lo que todavía puede hacer. No es demasiado tarde para completar un proyecto, para hacer realidad un sueño y para establecer nuevos objetivos en el pipeline alcanzar.

Además de estas sugerencias, el Dr. Rasia sugiere otras dos:

- Acepta cambios físicos: ser atractivo pasa por el cuerpo, pero también se refiere a la mente. Si para todos es innegable la importancia de lucir bien y sentirse a gusto con el aspecto físico, es igualmente importante entender que estos aspectos también están estrechamente entrelazados con nuestra serenidad interior compuesta por motivaciones, emociones, autoestima, aceptación de uno mismo.

- Ve en busca de ti mismo: mientras en nuestras elecciones nos dejamos condicionar por necesidades inducidas, por modelos a imitar e ideales poco realistas, a menudo estaremos confundidos y desviados por apariencias y comportamientos que potencialmente no nos pertenecen y que no nos permiten expresar auténticamente quiénes somos.

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