Consejos para ordenar el armario sin dificultad

Ordenar es la mejor manera de tener por fin un guardarropa ordenado, mejorar tu forma de vestir y sentirte mejor

Una de las frases más pronunciadas de toda mujer frente a su guardarropa es: "No tengo nada que ponerme", a pesar de que en la mayoría de los casos la cantidad de artículos que posee no es mínima. Y es precisamente esto, paradójicamente, de mayor confusión mental generalizada: tener mucha ropa significa perder de vista muchas, enterrado entre montones y montones de cosas, en su mayoría sin usar. Si la situación descrita anteriormente parece muy similar a la suya, significa que debe trabajar un poco. desordenar, o arreglar el armario deshacerse de lo superfluo.

También porque, una verdad incómoda de la que debes estar absolutamente consciente, es que no necesitas toda esa ropa. De hecho, de varias encuestas sobre los hábitos promedio de las personas, resultó claramente que durante aproximadamente el 80% del tiempo usamos solo el 20% de lo que poseemos.

Que es el desorden

Decluttering es una palabra de origen inglés, derivada del verbo 'declutter' que, según el Diccionario de Cambridge, significa sacar cosas que no necesitas de un lugar, para hacerlo más agradable y útil. El desorden, además de ser muy útil a nivel práctico, podría ser también para la mente, ya que poner orden en un lugar también te permitiría ponerlo en ti mismo. Reina de esta teoría según la cual el orden solo generaría efectos positivos en todos los ámbitos, es el gurú japonés Marie Kondo, experto en el arte de ordenar y escritor de El poder mágico del reordenamiento. El ordenamiento se puede aplicar a cualquier cosa, pero encuentra su máxima expresión y funcionalidad en el armario.

Después de muchas premisas, ha llegado el momento de empezar. Aquí lo tienes cómo despejar el desorden de una manera sencilla, rápido y sin remordimientos.

Primera fase: vaciar el armario

Un momento antes de comenzar el gran trabajo, haz una foto de tu guardarropa, te servirá para la comparación entre el antes y el después y para recordarte la situación en la que te encontrabas y no tendrás que encontrarte nunca más. Despues de hacerlo vacía completamente el armario, sin nada en su interior. Ni una percha, una camisa, nada. Pon toda tu ropa sobre la cama y aprovecha el momento para hacer una buena limpieza general de las puertas y estanterías. En este punto divide la ropa en cuatro grupos, correspondiente a tantas categorías: ropa para guardar, tirar, donar y reutilizar.

Cómo elegir qué guardar

Ante un montón de ropa, decidir cuáles poner en el grupo de los que no volverán al armario no es fácil. El parámetro rápido para comprender si un vestido debe conservarse o no es preguntándose si lo ha usado al menos un par de veces en los últimos 12 meses. Si la respuesta es sí, tiene derecho a no deshacerse de él. Cuanto más se ha llevado un vestido, más define tu estilo y te hace sentir a gusto, así que en esta fase concéntrate y trata de entender realmente lo que es adecuado para ti, poniendo también preguntas que te harías a ti mismo si estuvieras en una tienda, a un paso de comprar: ¿me queda bien y me realza? ¿Está en buena condición? ¿Es comodo?

Puedes guardar las prendas que superen cada etapa de esta severa prueba, intentando volver a hacerlo siguiendo un orden determinado, es decir, ordenando todo dividido por color, temporada u ocasión de uso, según te resulte más cómodo.

Cómo entender qué tirar

Al aplicar la regla de los 12 meses, muchos vestidos ya deberían estar en la pila de usar y tirar en este momento. Sin embargo, no todos merecen el mismo final. Si las prendas exteriores están en mal estado, deshágase de ellas a la ligera. Si, por el contrario, tienes algunos aún en excelente estado pero que simplemente no te reflejan y de los que no asumes una oportunidad de uso a corto plazo, podrías dónalos a una organización benéfica o un mercado vintage, ponerlos a la venta online a través de una de las muchas aplicaciones en circulación utilizadas para este propósito, o organizar una fiesta de intercambio con amigos.

Ropa para reutilizar

Advertencia, esto no es una escapatoria. La ropa que se va a reutilizar no significa objetos sobre los que posponer la decisión para el próximo desorden, sino al que darle una segunda vida comprometiéndose a remodelarlos, adaptarlos o llevarlos a una costurera para los cambios necesarios para volver a usarlos.

Ordenador de zapatos

No olvide los accesorios, que son igualmente importantes. Con respecto a los zapatos aplican las mismas reglas, sáquelos del zapatero y evalúe cuidadosamente el estado de cada par. Aquellos que no necesiten ninguna intervención pueden volver a su lugar, mientras que los que no se utilicen o se arruguen deben desecharse. Sin embargo, mírelos bien, a veces un zapato que puede parecer viejo solo necesita algunas reparaciones simples del zapatero. Si quieres mantener los zapatos de la mejor manera y hacer que duren más, ponlos en bolsas de lona o en cajas en las que escribirás color y modelo y insertar unos soportes en cada uno de ellos hecho de periódico, para que mantengan su forma.

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