A partir de los dos años, los niños pueden ayudarnos con la limpieza de la casa: un compartir que les ayuda a crecer
Guiado por el instinto
La necesidad de Descubre el mundo enciende el entusiasmo de niños gracias a una curiosidad insaciable. Desde temprana edad muestran el profundo deseo de involucrarse y ayudar, ayudar, actúe sobre las cosas que les rodean. A menudo somos un bloquear la iniciativa de los niños y prescindir de su ayuda, guiados por el pensamiento de que son demasiado pequeños o que es preferible dejarlos tocar en lugar de involucrarlos en tareas útiles. En realidad, las pequeñas tareas del hogar no solo son un ejercicio para la vida cotidiana, sino que para los niños pueden volverse extremadamente divertidas. Si el hábito y el sentido del deber ha hecho que ciertos trabajos sean pesados y obligatorios, no es seguro que sea lo mismo para un niño. Para los niños mundo de la cocina, ir a buscar el correo, hacer una pequeña compra, la aspiradora o las herramientas de papá representan un universo desconocido, capaz de hacer cosquillas en las ganas de hacer.
Desde los dos años
María Montessori en su investigación pedagógica puso gran énfasis en la adquisición de habilidades prácticas para la vida. Ayudar a un niño a ganar lo suyo independencia ayuda a fortalecer su carácter y constituye un estímulo para orientarse autónomamente en sus elecciones. Higiene y cuidado personal, vamos Ropa para vestir El lavado de dientes se puede enseñar desde una edad temprana, primero en conjunto con la madre y luego gradualmente por su cuenta. Empezando desde dos años acerca de un niño adquiere las habilidades necesarias para moverse activamente en el entorno. Configurar es una forma útil y sencilla de empezar a tratar con los objetos, es la razón por la que en las escuelas Montessori todo es amigable para los niños, para que los más pequeños puedan estar a la altura adecuada hacia muebles y sillas.
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Descubriendo objetos
Según la pedagogía Montessori, un niño de unos tres años es capaz de preparar un sándwich, si hemos podido acompañarlo hacia el progresivo autonomía adecuadamente. Hoy en día tenemos una tendencia a rodear a los niños con materiales irrompibles, por el contrario es muy interesante notar que desde principios del siglo XX María Montessori Destaca la mesa bien puesta, desde el mantel hasta la vajilla de porcelana: enseñar buenos modales, una tarea no fácil pero llena de consecuencias positivas, permite al niño entrar en contacto con los objetos de la casa, aprendiendo a cuidarse a sí mismo y a las cosas.
¿Hacemos un pedido?
Limpia la habitación no debería suceder de repente, como una orden de arriba. Está prohibido decir “Ve y limpia tu habitación”, mejor sentirte parte de un equipo e involucrar a los más pequeños con alegría: ¡hagamos el pedido hoy! Cuando pase tiempo con su hijo, adquiera el hábito de arreglar un juego antes de pasar al siguiente. No importa si los niños son muy pequeños: el simple hecho de observar lo que haces y tener que esperarlo poco a poco contribuirá a la creación de unhábito. Los principios sólidos no son ideas estériles, sino que nacen en práctica diaria. Cuando su hijo realice una nueva acción, como abrir un grifo o ayudarlo a vaciar el lavavajillas, explíquele en voz alta lo que está haciendo. De esta forma entrenarás sus habilidades lingüísticas.
Paso a paso
Poner la mesa le ayuda a aprender matemáticas, una habilidad útil para desarrollar con las facturas de la compra. Si vives en un pueblo pequeño o el comerciante de confianza está a unos pasos de casa, tu hijo podrá bajar a comprar pan o ingredientes de emergencia a partir de los 5 y 6 años. Deja que se dé cuenta del resto: cuanto más entrenes, más rápido y preciso será capacidad de cálculo. Lavar los platos, saber limpiar un baño, reparar una tubería (¡para adolescentes!) Son habilidades útiles para la vida diaria. Evitemos el error de pensar que existen trabajas como mujer o como hombre. Creemos que las niñas son inadecuadas o más torpes en determinadas zonas, pero lo cierto es que pocos padres se ponen de acuerdo en parar y explicar un motor, cómo reparar el fregadero o el funcionamiento de la caldera, zonas que pueden ser de gran utilidad.
Ayuda a su crecimiento
Papá tiene pasión por Bricolaje? Observar sus movimientos para un niño ya es parte de una enseñanza, porque nuestro cerebro observa, memoriza y archiva, por eso los que siempre han visto el los padres cocinan o hacer ciertas tareas del hogar aprende más fácilmente. Hay adultos que no saben cocinar … y niños que a los siete u ocho años ya son capaces de calentar una comida, preparar tostadas o ensaladas. Al principio es útil tener una supervisión, luego dejar que lo hagan ellos mismos gradualmente. No hay una edad recomendada para hacer las cosas, la madurez es lo que marca la diferencia: mira a tu hijo, confíe en él y sea feliz con cada paso que dé en la dirección deautonomía.
El niño y la conquista de la autonomía: por eso es tan importante