Década de 1980: los vestidos y los rostros más glamorosos

Tirantes altos y leggings, pero también maquillaje llamativo y cabello esponjoso en íconos como Naomi Campbell y Christy Turlington.

No hay nada más amado y odiado al mismo tiempo que yo Ropa de los 80. En la moda fue la época de los excesos, gracias también a las influencias musicales de la época, pero también a la reinterpretación de grandes clásicos, como las chaquetas masculinas.

Las correas de hombro pronunciadas

Son el símbolo por excelencia de los años 80 y muchas supermodelos, que empezaron a pasear por las pasarelas en ese momento, los lucían despreocupadamente en blazers geométricos pero también en suaves blusas de lurex en el escote. Entre ellas la negra Venus Naomi Campbell que desde muy joven lucía vestidos cortos pero pronunciados sobre los hombros. Claudia Schiffer, quien se convirtió en un verdadero ícono en la década siguiente, también se destacó por sus atuendos de los 80 y sobre todo por su cabello peinado hacia atrás.

Los peinados

Los peinados eran verdaderos complementos en aquellos años y cuanto más voluminosos eran, más glamurosos eran, sin mencionar el franja, que tenía que ser suave y contrastante con el resto del cabello. los frisée Entonces, ese pliegue ondulado muy fino, era absolutamente imprescindible y, entre las actrices más populares de esos años, Demi Moore era sin duda una portadora saludable.

Las polainas

Otro artículo imprescindible de los años 80 fueron los leggings, también llamados en su momento fuseaux, usado con camisas largas de cuello alto o debajo de vestidos de lolita, como a Madonna le encantaba hacer. Los looks que lució en los años de uno de sus primeros éxitos, "Like a Virgin", han pasado a la historia, como el mono ingenuo o precisamente los leggings multicolores. Se trata de una tendencia que vuelve a estar de moda incluso en las últimas temporadas, con versiones realmente originales, desde los estampados geométricos hasta los animales, pasando por colores vivos con el fucsia o el verde manzana.

Accesorios

La bisutería en la década de 1980 tenía que ser llamativa y muy pop. Plástico de colores y cacciù eran los materiales esenciales para que las pulseras se llevaran en número infinito en los brazos y, a veces, también en los tobillos. Los pendientes, en cambio, tenían que ser geométricos y quizás en colores fluorescentes. Todo se transformó en un accesorio, incluso objetos inusuales como carros de juguete o botones se podían transformar en anillos para lucirlos en trajes de bouclé con hombros altos, para contrastes entre lo formal y lo informal.

Articulos interesantes...