La paloma ya está sobre la mesa. Solo faltan los dulces para los más pequeños. Aquí están, codiciosos y llenos de imaginación. Mascarpone, azúcar, cacao … ¡Qué Dios! "Una vez al año se permiten hasta los postres más ricos", dice el pediatra. Pero mejor como tentempié que al final de una comida. Y con una buena macedonia de frutas
Huevos con fresas
Para 2 niños: 1 huevo de chocolate pequeño, 1 dl de nata fresca para montar, 100 g de fresas ecológicas, 2 bizcochos grandes (si el niño es celíaco los hay sin gluten), 1 cucharada de azúcar.
Lavar las fresas y cortarlas en rodajas. Espolvoreamos con la mitad del azúcar y dejamos reposar media hora para que sepan bien. Romper las galletas y mojarlas con el líquido de fresa. Separa las dos mitades del huevo y rellénalas con las galletas, las fresas y la nata montada mezclada con el azúcar restante.
Los conejitos de corteza corta
Para 2 niños: 100 g de masa quebrada preparada, 60 g de mascarpone, 1 clara de huevo, 1 cucharada de azúcar.
Extienda la masa quebrada y corte muchos animales con forma de conejito con los cortadores de galletas adecuados. Ponlos en una bandeja para horno forrada con papel pergamino, enciende el horno a 180 ° y, cuando esté a temperatura, cocina hasta que estén dorados. Déjalos enfriar en una parrilla. Trabajar bien el mascarpone con el azúcar y añadir la mitad de la clara de huevo batida hasta que se formen picos rígidos. Forma los dulces montando dos galletas con mucha nata y ponlas en el frigorífico hasta que estén listas para servir.
Los pajaritos con crema
Para 2 niños: 2 bollos de nata, 70 g de nata montada fresca, 1 huevo pequeño de chocolate negro con 70% de cacao, 1 cucharadita de azúcar.
Cortar los bocadillos por la mitad en horizontal y batir la nata fría con el azúcar. Rellena los cupcakes del centro con la crema batida y también pon un poco encima del cupcake. Rompe el huevo de chocolate en muchas astillas. Decora los cupcakes formando las “alas” y la cola de los pájaros de crema con las chispas de chocolate. Adorne la pizca de crema sobre la "cabeza" con pequeños trozos de chocolate como si se tratara de un pequeño mechón.