Una vez la cocina y la sala de estar vivían en habitaciones separadas. Hoy, sin embargo, estas dos áreas conviven en armonía en sugerentes espacios abiertos, muchas veces gracias a soluciones como islas y penínsulas. Que no son solo nombres tomados de la geografía, sino dos ideas creativas para elegir.
Protagonista del ambiente de la cocina y a menudo colocada en el centro de la habitación, la isla es un elemento-escenario con un encanto increíble. Hoy en día ya no es solo un canal de trabajo equipado, sino que acoge una amplia variedad de ideas funcionales y operativas, como mostradores de refrigerios a la altura de un taburete elevados sobre la superficie de trabajo.
La tendencia a separar las diferentes funciones de la cocina, de una manera elegante y discreta, también está acentuada por los materiales. Si los mostradores dedicados al consumo de comidas prefieren la madera, un material que expresa y resalta el concepto de convivencia, las puertas optan por soluciones más técnicas, como el vidrio, laca y laminado.
Circular, rectangular o cuadrada, caracterizada por formas sinuosas o rigurosas, a nivel práctico esta solución le permite una mayor libertad de movimiento, pero también requiere un espacio adecuado disponible. 120 centímetros alrededor de la isla son, de hecho, el espacio necesario para albergarla. Son los centímetros que permiten, por ejemplo, abrir las puertas del módulo y cualquier armario a lo largo de la pared al mismo tiempo o moverse sin problemas cuando tienes ollas y sartenes en la mano.
Módulo abierto por tres lados en continuidad con el resto de la cocina, en cambio la península es apta para cualquier espacio. De hecho, en el caso de un espacio abierto, le permite separar creativamente el área de la cocina de la sala de estar.
La península puede albergar una mesa o puede albergar una o más funciones operativas. También puede tener un espacio extra de almacenaje, donde guardar todos los complementos que solemos usar en la cocina.
Incluso la península permite experimentar con diferentes configuraciones y alternativas a la clásica "L". ¿Un ejemplo? Puede cruzarse con los demás elementos de la cocina de forma original.
Por último, en las penínsulas, como en las islas, las formas y los colores a menudo contrastan, pero en perfecto diálogo entre sí. De hecho, la tendencia es combinar materiales de alto contenido tecnológico, como los que recuerdan la materialidad del hormigón (muy popular en estos momentos) con materiales más concretos y cálidos, como la madera de roble. ¿El resultado? Una combinación frío-calor que te deja sin palabras.
Para saber más: Cocinas Ernestomeda