Relaciones finitas: la importancia de las despedidas para renacer

Las despedidas rompen corazones pero te obligan a mirar hacia adentro y a amarte un poco más. A menudo, dejar ir significa darte la oportunidad de renacer.

Cuando una historia termina, no es solo un sentimiento lo que se detiene. Los proyectos de vida, el compartir físico y mental están rotos. A menudo, metabolizar las averías y separaciones, sabiendo cómo soltarse, no es fácil. Muchos seguirían así o al menos retendrían algo. Y, en cambio, debemos comprender la verdadera importancia de las despedidas. Un corazón herido necesita tiempo para sanar. El riesgo, para intentar sentirme menos dolor, es el de refugiarse en sustancias que aniquilan y paralizan esos sentimientos que ya no se pueden canalizar. Luego buscamos drogas, alcohol, comida, todos los rellenos de los vacíos que se han creado. los camino para sanar de un amor finito (pero también de una amistad especial) puede parecer infinito y tortuoso, pero con introspección y queriendo ese algo extra, puedes comenzar de nuevo día a día.

Ámense más unos a otros

El problema en las relaciones es que a menudo tendemos a no poner nuestros sentimientos y los nuestros en el centro de ellos. necesidades. A menudo, los del socio son lo primero: en resumen, uno ocupa el segundo lugar. Amar a tu pareja "con todo tu corazón", sin embargo, no significa olvidarte de ti mismo. Al contrario: una relación es sana y está destinada a durar con satisfacción si se escuchan las necesidades de ambos. Parecerá extraño, complicado de aceptar cuando la ruptura sea reciente, pero un adiós también puede tener implicaciones positivas. Ser - estar único podría brindarle la oportunidad real de aprender las cosas que lo hacen sentir bien, de comprender quién es realmente. Puedes volver a enamorarte de la vida y descubrir aspectos de tu personalidad que nunca antes habías conocido. Debemos escuchar esa voz interior y seguirla: será una guía precioso. Habitualmente es el corazón el que habla y, aunque esté un poco magullado, podrá indicarte lo que necesitas: un viaje en solitario a reunirse de nuevo, una salida con amigos, una clase de baile para descargar, una suscripción al gimnasio donde puede mantenerse en forma, conocer gente nueva y socializar. El nuevo mantra será: mira hacia adentro y ámate más a ti mismo.

No dejes ir: siente tus emociones

Acostarse en el sofá con los ojos hinchados es imprescindible. Sin embargo, una vez que atraviesa el proceso de curación, se da cuenta de que la despedida también puede ser un trampolín hacia la curación. Las emociones no deben sofocarse con pastillas, atragantarse con la comida o nublar la mente aferrándose a un biberón: hacerlo solo corre el riesgo de prolongar el sufrimiento y el dolor y causar más dolor a los seres queridos. Puede parecer una solución eficaz e inmediata, la del olvido y escapar de la realidad en un mundo de entumecimiento, pero a la larga estos hábitos poco saludables marcarán la factura. En lugar de luchar e aniquilar las emociones que duelen, es mejor aceptar que existen, que van y vienen, porque así debe ser, sin dejar que se apoderen de ellos.

Pide ayuda a otros

Lanzar sos a un amigo o familiar no debería hacerte sentir culpable. Necesitar apoyo cuando una relación termina es más de lo normal. Hablar y confiar con alguien querido podría revelar la verdadera importancia de las despedidas. Escuchar las sabias palabras de los demás o simplemente salir cuando sientes la necesidad de reírte te ayudará a sanar más rápido. Después de todo, sentarse solo en la cama reflexionando sobre el pasado y llorando mirando las fotos de las vacaciones con él solo intensificará el dolor y llenará su mente de pensamientos nostálgicos y tristes. En el caso de que no haya nadie con quien hablar y desahogarse, es útil considerar buscar ayuda de un profesional, tal vez un psicólogo o psicoterapeuta. Consultores e terapeutas pueden ayudar a quienes se ven obligados a procesar un adiós, brindándoles las herramientas para decodificar las emociones. De esta manera puede volver a vivir una vida feliz y plena.

Tómate tu tiempo libre para comprender la importancia de las despedidas.

Tener demasiado tiempo libre, además de ser una quimera, puede ser perjudicial. La mente puede ser el peor enemigo cuando los días vacíos parecen eternos. Mejor no estés solo contigo mismo. La solución más inmediata es abrir la agenda y llenarla, no solo con equipo de trabajo o quehaceres que atender, sino también de objetivos alcanzar. Esto será reconfortante y evitará la constante cavilación sobre el pasado que dificulta la curación. La importancia de las despedidas también radica en redescubrir las metas de la vida, quizás descuidadas durante algún tiempo: triunfar en el trabajo, en la familia o en amigos, en una pasión por ser cultivada nuevamente. Primero necesitas desviar la atención de la ruptura y desviarla hacia otra cosa. Planifica, compromete tiempo con actividades creativas o deportivo es el primer paso hacia un nuevo renacimiento. Mejorarse y cuidarse a sí mismo en lugar de cambiar a alguien más es la dirección correcta a seguir.

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