Declaración de derechos sexuales: los derechos que tenemos en el sexo

Son los que decidimos reconocernos a nosotros mismos y las - legítimas - libertades que decidimos tomar. Ser consciente de ello revoluciona nuestro enfoque de toda la vida sexual.

Declaración de derechos sexuales: los derechos que tenemos en el sexo

Hasta hace no muchos años, parecía en el sexo sólo estaba vigente "el derecho a guardar silencio", deteniendo y manteniendo en una jaula la libido, la información correcta, la comunicación, la satisfacción. Luego, en 1999, en Hong Kong, el Asociación Mundial de Sexología redactó y aprobó una carta de los derechos del sexo, la Declaración de derechos sexuales, tanto para proporcionar pautas para educadores, académicos, terapeutas y políticos, como para recordarles a todos, que sexualidad es un parte importante e integral a la vida de cada ser humano, su personalidad y su bienestar.

Tomamos esto como punto de partida para elaborar una lista de derechos que tenemos en el sexo (pero que a menudo olvidamos o ni siquiera pensamos que tenemos), ¿por qué tenerlo? conciencia nos permite mejorar significativamente nuestra vida sexual, desarrollando una actitud positiva hacia nosotros mismos, nuestro cuerpo, nuestro placer y, por último, pero no menos importante, nuestra pareja.

El derecho a la sexualidad

Tienes derecho a tener una sexualidad y a vivir sin ella. no discriminacion. Es decir: cualquiera que sea su orientación sexual, su edad, su clase social, situación económica, raza, sus capacidades (o discapacidades) físicas o psicológicas, su sexualidad es un herencia inalienable deser humano.

El derecho a tu identidad sexual

Tiene derecho a tener, procesar y desarrollar la tu identidad sexual. Tienes derecho a no estar en la "media", a buscar lo que te genera placer, a tener tus preferencias y fantasías, a "trabajar" a tu manera, siguiendo tus propios ritmos. Tienes derecho a no juzgarte por ello.

Tienes el derecho tener y seguir tus principios éticos (y / o religioso) en el sexo.

Tienes el derecho a decir NO si en ese momento no te apetece tener sexo, no te apetece probar esa postura, esa práctica sexual o lo que sea; siempre tienes derecho a elegir cómo, cuándo, cuánto y con quién tener relaciones sexuales (o no).

También tienes derecho a ser positivamente egoísta: ¡recuerda que tu satisfacción sexual es tu responsabilidad!

El derecho a la libertad sexual

Tú tienes derecho a la posibilidad de para expresar total y libremente tuyo sexualidad tu potencial erótico, tus gustos, tus fantasías, tus sentimientos y tus deseos sean los que sean (sin causar ningún daño físico, moral o psicológico ni a ti ni a tu pareja).

Tienes derecho a vivir tu sexualidad en total libertad y con libertad para vivir el sexo de una manera que sea satisfactoria y contribuya a tu felicidad y bienestar personal.

El derecho a la privacidad

Usted tiene derecho a protege tu privacidad, para gestionarla de forma independiente y sin interferencias, tienes derecho a compartir tu sexualidad solo con quien tú elijas.

El derecho al placer sexual y al orgasmo.

Tiene derecho a perseguir el placer y alcanzar el orgasmo por cualquier medio y de la forma que desee (siempre que no sea perjudicial para usted o su pareja).

Tienes derecho a dedicarte a masturbación, para experimentar juegos eroticos cuanto disfrutar uno rutina tranquila.

Tienes derecho a sentir placer de cualquier forma "funciona" y sean cuales sean sus preferencias, sin sentirse juzgado; también tienes derecho a decirle o mostrarle a tu pareja lo que te gusta y cómo, tienes derecho a pedir que se cumplan tus deseos y a cumplirlos tú mismo.

El derecho a la educación sexual

Tiene derecho a recibir una adecuada educación sexual, a cualquier nivel y a cualquier edad, ya que la sexualidad es una actividad que involucra todo el ciclo de vida de todo ser humano.

Tiene derecho a recibir información correcta.. También tienes derecho a tener dudas (es absolutamente legítimo), curiosidades o preguntas para hacer. Solo tienes que hacérselos (a tu médico, a un experto), con total libertad y sin miedo.

El derecho a la salud sexual

Tienes el derecho (y también el deber, por el bienestar personal y de tus socios) para cuidar tu salud sexual, elegir usar (o no) métodos anticonceptivos y elegir el más adecuado para ti.

Tienes derecho a poder tomar todas las precauciones (también se dice: prevención) y remedios para hacer frente a enfermedades, problemas e incomodidades en el ámbito sexual. Si hay algo que le preocupa, hable con su médico o un experto; realizar regularmente i controles necesarios (hay programas de detección gratuitos).

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