La jugada inteligente: consejos y trucos para no volverse loco

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Mudarse es uno de los momentos más traumáticos de la vida: aquí le mostramos cómo hacerlo, si no divertido, más fácil

Segundo paso: no encojas en el último momento. Para evitar volverse loco con los ritmos de la línea de montaje, es mejor seguir adelante unas semanas antes y empacar los artículos que usa menos. Así que sí a la mitad del vestuario dedicado a la temporada que no avanza y al juego de cubiertos de plata de la abuela.

Compra algunos marcadores. Los necesitarás para escribe en las cajas lo que contienen, para que ya sepa dónde guardarlos y en qué orden desembalarlos una vez que lleguen a su destino. Otro truco puede ser numerarlos para asegurarse de que no se pierda ni uno durante el transporte.

El hombre también debe hacer su parte. Mudarse es una de esas actividades que los maridos, novios y convivientes tratan de evitar más que cenar con su suegra. No te dejes conmover y comparte las tareas por igual. Si se maneja con tranquilidad y organización, puede convertirse en una oportunidad para compartir recuerdos con los objetos que han caracterizado su historia.

Lo esencial es visible a los ojos.. La casa está semivacía, hay cajas por todas partes. Comer sentado en el suelo, alrededor de una lámpara y con una buena copa de vino puede ser una experiencia inusual para redescubrir el sabor de las cosas sencillas. Si pones una vela en lugar de la lámpara, el ambiente puede volverse casi romántico. Y si también hay niños, puedes convierte todo en un juego.

Piense también en su amigo de cuatro patas. Los perros y los gatos son habituales. La mudanza también es traumática para ellos, que ven su rutina diaria revolucionada de la noche a la mañana. Pequeñas precauciones son suficientes para ayudarlos: dejar afuera el bol y la perrera hasta el último momento y, una vez que lleguen a la nueva casa, sacarlos inmediatamente; no los obligue a inspeccionar el nuevo hábitat de inmediato, espere a que se establezcan por sí mismos.

Los amigos se encuentran en momentos de necesidad, solo pregunte. En lugar de una tarde de cotilleos y compras, puedes pensar en invitar a tus amigos para que te ayuden, prometiéndoles a cambio un aperitivo / acampada para celebrar el cambio.

Tómate un tiempo para ti. Rodeado de los objetos que han acompañado tu vida es inevitable que resurjan los recuerdos. Encontrar un momento de pausa, en el que relajarse y disfrutar de la nostalgia es un paso obligatorio. Dejar atrás los acontecimientos negativos y seguir adelante. O simplemente para afrontar la nueva vida con más determinación.

Ordena las cosas poco a poco. No tiene sentido sacar todo de una vez o comprar muebles nuevos cuando todavía no hay espacio para los viejos. Es mejor moverse en pequeños pasos, para encontrar el lugar adecuado para todo. Día tras día encontrarás inspiración y cada objeto encontrará su lugar.

Último paso: celebrar. Casa nueva, vida nueva, dicen. ¿Y qué es mejor que celebrar el comienzo de una nueva etapa en la vida? La mudanza es ahora un recuerdo y descorchar una botella de vino en compañía solo puede ser un buen augurio. Es el pretexto para entablar amistad con los vecinos y entablar buenas relaciones de inmediato.

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