Zonas erógenas masculinas: lo que necesita saber

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Las partes más sensibles y delicadas. Las caricias más excitantes y las que hay que evitar. Un experto revela lo que las mujeres no saben (pero deberían saber) sobre las zonas erógenas masculinas

Hay tantas cosas que las mujeres no saben sobre el órgano genital masculino, pero al mismo tiempo sería correcto aprenderlas. ama a tu pareja de la mejor manera. Así como les conviene a ellos, los hombres, saber qué cuerdas tocar para hacer lograr el máximo placer al socio.

“Muchas mujeres, por ejemplo, no saben que hay un punto supersensible especial en el pene - explica Bruno Giammusso, andrólogo de la Universidad de Catania - Descubrirlo con la ayuda de tu pareja puede ser un juego emocionante para jugar juntos ».

Específicamente, es ese pequeño cordón de piel presente en el glande (es decir, en la punta del pene) llamado frenillo, un verdadero concentrado de fibras nerviosas que hacen las caricias en ese punto literalmente irresistibles. Siempre que sean delicados.

En general, sin embargo, toda la punta del pene es muy sensible (un poco menos en hombres circuncidados) tanto que hay que tener cuidado de que las caricias, a la larga, no se conviertan en una molestia. Por otro lado, no creas que el placer se concentra ahí. L 'toda el área de los genitales, la parte interna de los muslos y el estómago son sensibles, al igual que las mujeres.

«A menudo los socios dejan fuera el área de los testículos, porque saben que es muy delicado -explica el andrólogo-, pero basta con acariciarlo ligeramente para dar sensaciones muy intensas a los hombres. Especialmente aquellos que tienen problemas de eyaculación precoz: para que puedan sentir placer sin miedo a perder el control ».

Todos estos consejos, sin embargo, son válidos solo para hacer el amor y aún no ha alcanzado el orgasmo. Después, sin embargo, debemos dejar que se sienta cómodo, al menos durante unos minutos. "No es una cuestión de mala voluntad: después del placer el hombre atraviesa una especie de tormenta hormonal, la testosterona se desliza hacia abajo y el sexo se convierte en el menor de sus pensamientos. Efectivamente, muchas veces las caricias que antes le gustaban mucho ahora se vuelven molestas »explica el andrólogo.

En estos minutos el truco es dedicarte a besos, dulces palabras, abrazos, redescubriendo un lado tierno de la pareja. Y no es seguro que no surja una nueva emoción de esta intimidad.

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