Compra consciente, como empezar a comprar de forma no impulsiva

Ir de compras es divertido, pero a menudo también es inútil y perjudicial desde diferentes puntos de vista. Aquí se explica cómo aprender a hacerlo conscientemente.

"No tengo nada que ponerme." ¿Cuántas veces has dicho o pensado esta frase, y luego saliste de compras y te encontraste con otro par de jeans o suéter de los cuales, en realidad, ¿No lo necesitabas en absoluto? Comprar ropa nueva es muy agradable y divertido pero, salvo en casos excepcionales, no responde a una necesidad real. Más bien responde a un impulso consumista compulsivo que no es bueno para nadie: no para el planeta, dado que la ropa es uno de los sectores más contaminantes, y ni siquiera para el bolsillo.

Por eso, entonces, ha llegado el momento de entregarse a uno compras más conscientes. ¿No sabes cómo hacerlo? Te lo explicamos.

Realice búsquedas específicas y lea etiquetas

Si quieres hacer compras éticas, necesitas saber qué marcas siguen esta filosofía y dónde encontrarlas. Buscar en línea, quizás descubras algunos de los que nunca has oído hablar o, si tienes suerte, descubras que ya tienes algo ético en tu armario.

también aprender a leer etiquetas La ropa te permite hacer un primer desnatado y reducir la tentación de comprar.

De hecho, la compra consciente no solo depende de la cantidad, sino también de la calidad de lo que compramos. Además, es sostenible para el medio ambiente y respetuoso con los trabajadores comprometidos con la producción y comercialización de las prendas.

Si el país de producción no respeta ciertos estándares éticos o las fibras de las que está hecha una determinada pieza son casi todas sintéticas, no compre. Lo mismo ocurre si el jefe te obliga a usar métodos de lavado más laborioso en comparación con la lavadora en casa, como tintorería en la lavandería. Si limpiar un vestido requiere un esfuerzo extra, a la larga, para no tener que hacerlo, evitarás ensuciarlo y por tanto llevarlo.

Evalúa alternativas y deja fluir tu creatividad

Las tendencias siempre vuelven. Ve a ver lo que hay en el tuyo guardarropa o en eso de tu madre: Seguramente encontrarás piezas que te olvidaste, pero que vuelven a estar vigentes o lo estarán muy pronto. Además, no olvide que algunos clásicos nunca pasan de moda, entonces pregúntale a tu abuela también si tiene algo para ti y no te olvides de las tiendas de segunda mano. Si se arma de paciencia y se entrena en la investigación, también puede encontrar cosas vintage interesantes allí.

Si eres el tipo de persona que ama el bricolaje, también puedes dejar volar tu imaginación. Hay miles de tutoriales en la web sobre cómo reciclar jeans viejos o ropa. A veces, solo unos pequeños ajustes son suficientes para darles una nueva vida y ayudar al medio ambiente y a la billetera al mismo tiempo.

Haz un guardarropa útil

Establecer un número de piezas por temporada y asegúrese de que sean intercambiables. Compra solo cosas que realmente te pongas y con las que puedas hacer más de una combinación.

Lo que compras debe simplificarte la vida, no complicarla, induciéndote a buscar nuevas piezas complementarias y, por tanto, a gastar más dinero. Truco: si mientras estás en el camerino de la tienda con un vestido puesto, o estás a punto de ponerlo en tu carrito de la compra online, no te vienen a la mente al menos tres conjuntos que podrías construir con cosas que ya tienes olvídalo.

Antes de comprar una prenda de vestir también trata de entender cuánto la usarías, y si por lo tanto vale la pena hacerlo en relación a su costo. Hay cosas en las que tiene sentido gastar un poco más, otras definitivamente no. Sí, en definitiva, a la compra de un excelente abrigo que te acompañe durante largos inviernos, no a un vestido formal muy caro que presumiblemente usarás solo para una boda.

Aplicar la regla "1 entrada, 1 salida"

Después de definir un máximo de piezas a poseer, si alcanza el límite, por cada nueva compra obligarte a deshacerse de algo. Esta técnica, además de evitar que tu armario explote, te hará pensar una vez más en cuánto te puede servir una nueva prenda frente a una que ya tienes y de la que debes deshacerte, vendiéndola, regalándola a un amigo o donarlo a alguna entidad beneficiosa. Ahi estasn límite físico con respecto a lo que podemos usar: acumular sin criterio también puede hacernos correr el riesgo de no tener tiempo para ponernos todo.

Cuando decidas que una prenda debe ser tuya, recuerda revisa cada aspecto primero, observando cuidadosamente cómo te queda y tratando de no dejar que se te escape ningún defecto.

Espere una semana antes de comprar

Esta regla es para evitar compras impulsivas. Si detecta algo que realmente le gusta, tanto en vivo como en línea, espera una semana. Si pasado ese lapso de tiempo sigues pensando en ello, significa que realmente te ha impactado tanto, siempre evaluando los pros y contras de los que hemos hablado hasta ahora, puedes proceder con la compra.

¿Ha desaparecido mágicamente el pensamiento de tu cabeza? Genial: significa que puede prescindir de esa cosa de manera segura. Esperar le habrá permitido comprender esto y ahorrar dinero.

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