Cómo reducir el consumo energético en el baño

¿Cómo se optimiza el consumo energético en el baño de la casa? Aquí tienes todas las estrategias que te permiten usar el baño de forma más sostenible y ahorrar energía.

Cómo ahorrar energía en el baño

El baño suele ser la habitación más pequeña de la casa, ¡pero una de las más importantes! Hay quienes nunca se llevarían a casa sin tener al menos dos, o solo después de comprobar que hay una ventana. ¿Por qué? Porque en nuestras casas el baño es uno de los lugares donde me registro mayor consumo de energía de la casa.

Desde grandes electrodomésticos, como lavadoras y calentadores de agua, hasta los más pequeños, como secadores de pelo, alisadores de cabello y maquinillas de afeitar eléctricas, existen muchas máquinas potencialmente intensivas en energía que habitan este entorno.

Así que aquí tienes una guía para saber cómo ahorra energía, manteniendo la comodidad de este lugar. La billetera y el medio ambiente se beneficiarán: porque un menor consumo de energía significa no solo facturas más ligeras, sino también menores emisiones de CO2 y, por lo tanto, un uso más sostenible del baño.

¿Dónde iniciar el camino hacia el ahorro? Desde el dispositivo que más que otros pueden contribuir al crecimiento de nuestro consumo energético.

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1) Cómo consumir menos energía mientras te duchas

Ya sea que el agua caliente provenga de un calentador de agua o de una caldera, no importa cuando se trata de comportamientos en nuestra rutina.

Para reducir los costos en la factura es importante adoptar comportamientos que le permitan beneficiarse de agradables duchas pero que no sean "ardientes" para el clima. No estamos hablando de duchas frías, sino de adoptar pequeños trucos para limitar el gasto energético. En primer lugar, prefiera una agradable ducha energizante en el baño y preste atención al reloj: cinco minutos pueden ser más que suficientes.

Si realmente no sabes renunciar a las duchas prolongadas, puedes comprar un rociador, esto al mezclar aire y agua garantiza la potencia y eficacia del chorro, pero con menos agua y por tanto menos consumo energético. Lo mismo ocurre con los reductores de caudal que se pueden instalar en los demás grifos del baño.

2) Grifos de ahorro de energía

Antes de abrir el grifo, te recomendamos que mires cómo está posicionado el mezclador. Si se pasa a agua caliente pero simplemente tenemos que enjuagarnos las manos o cepillarnos los dientes, ¡definitivamente giramos la palanca hacia el agua fría!

En cualquier caso, incluso cuando se necesita agua caliente, mantenemos el grifo abierto solo cuando es necesario, como mientras se lava la vajilla, dejando aunque sea un poco de agua mientras secar la vajilla quizás resulte en un desperdicio de agua y energía.

3) Cómo ahorrar energía con el calentador de agua

El calentador de agua es un verdadero devorador de energía, por lo que el primer consejo para ahorrar es reemplazarlo, siempre que sea posible, por un calentador de agua a gas o por otros sistemas de producción de agua caliente sanitaria aún más innovadores y ecológicos, como los aparatos solares.

Sin embargo, si esto no es posible, especialmente si está alquilando, hay algunas precauciones que puede tomar que, incluso en presencia de un calentador de agua eléctrico, reducirán el estrés causado por la entrega de la temida factura de energía.

La clase no es agua

La primera regla es asegurarte de que el electrodoméstico que tienes en casa o estás a punto de comprar sea un modelo eficiente. ¿Cómo hacer? Solo presta atención al de ella calificación energética. Si tienes un electrodoméstico “vintage” en tu hogar, no hace falta decir que su eficiencia será menor que la de uno de última generación, por lo que sería recomendable plantearse su sustitución por modelos que funcionarán muy bien, con un consumo mucho menor.

Entonces, en caso de que esté a punto de comprar uno nuevo, dirija su elección a modelos de clase A, cualquier precio inicial más alto se verá compensado por un menor consumo y por lo tanto por facturas más ligeras.

Presta atención al tamaño

Elegir un calentador de agua adecuado al número de miembros de la familia es un paso fundamental en el camino del ahorro. Hay electrodomésticos en el mercado que tienen un caudal que puede variar de 10 a 120 litros (a excepción de los de uso industrial), naturalmente cuanto mayor es la cantidad de agua a calentar, mayor es la energía necesaria para llevarla a la temperatura deseada.

Entonces, si solo dos personas suelen vivir en la casa, de nada sirve comprar un dispositivo que pueda satisfacer las necesidades de una familia más numerosa, evitando así desperdicios innecesarios. Por el contrario, si sois cuatro o cinco, será apropiado un modelo con mayor capacidad.

No solo el tipo de dispositivo puede marcar la diferencia en los ahorros, sino también su comportamiento, ¿cuáles?

Apague el calentador de agua

Mantener el calentador de agua encendido incluso cuando no se necesita genera un excedente de consumo que afecta significativamente a la billetera. Una solución es instalar un temporizador en el dispositivo para elegir la hora de encendido según sus necesidades diarias. De esta forma tendrás agua caliente cuando la necesites (como por la mañana) pero evitarás que se vacíe tu cuenta corriente.

Presta atención al termostato

Ajustar el termostato del calentador de agua a la temperatura adecuada puede tener un gran impacto en los ahorros. En invierno, para garantizar la comodidad adecuada, simplemente colóquelo entre 55 y 60 grados y podrá saborear el abrazo envolvente del agua caliente. En verano, cuando una ducha fría te regenerará del calor soportado durante el día, simplemente configúralo a 40 grados y te beneficiarás de un recorte constante en el consumo.

4) Cómo hacer que la lavadora ahorre energía

Entre los devoradores de energía, el calentador de agua está en excelente compañía con otro aparato, ¿cuál? ¡La lavadora!

Si no tienes lavadero en la casa, normalmente el lugar donde se coloca la lavadora es el baño, una solución que hace aumentar el consumo de energía referible a esta sala, pero también aquí las soluciones para reducir el desperdicio de energía existen y están al alcance de todos.

Eficiencia líder en su clase

Incluso para la lavadora, como ya hemos visto para el calentador de agua, la diferencia es su eficiencia. Si tienes un electrodoméstico obsoleto en tu hogar, es recomendable que lo sustituyas por uno de última generación y de bajo consumo. Al comprar una lavadora nueva, no olvide prestar atención a su clase energética y elija modelos de clase A. La elección de un aparato más o menos eficiente puede, de hecho, suponer un ahorro significativo.

El mantenimiento tiene sus ventajas

Un mantenimiento adecuado ayuda a mantener el consumo bajo control, por ejemplo, el uso de agentes descalcificadores y la limpieza del filtro con regularidad pueden ahorrar hasta un 30% de energía (datos ENEA).

Al menos cada dos meses, proceda con una limpieza más a fondo, será suficiente realizar un lavado al vacío a 90 ° con un producto a desinfectar, como el bicarbonato, y la lavadora mantendrá la eficiencia que tenía en su primer encuentro. .

Un uso con impacto mínimo

El uso adecuado puede reducir en gran medida el impacto que tiene el uso de la lavadora en su consumo. Primero, use el aparato solo completamente cargado y presta atención a la temperatura de lavado: 30 grados pueden ser suficientes para una colada perfecta, además, excluye el prelavado es un dispositivo que te ahorrará un buen 15% de energía (ENEA).

También preste atención a la elección del programa, enfóquese en los modos de lavado "eco" o en el caso de ropa ligeramente sucia en programas de lavado rápido, esto ayudará a lograr el objetivo de reducir los costos de energía.

5) Secar la ropa al aire libre

¿Tienes secadora en casa? Es cierto, es muy cómodo, rápido, funcional y nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo. Sin embargo, es bueno intentar usarlo solo cuando sea realmente necesario, como en una noche fría y lluviosa.

Cuando brilla el sol y hace buen tiempo, intenta aprovechar la madre naturaleza: el viento y la luz del sol secarán tu ropa de forma gratuita.

6) Pequeños electrodomésticos pero de gran consumo

El baño es también el reino indiscutible de los pequeños electrodomésticos como los secadores de pelo, las planchas de pelo y las maquinillas de afeitar eléctricas: se trata de pequeños electrodomésticos que a pesar de tener pequeñas dimensiones, estos no se traducen también en un bajo consumo. ¿Cuál es la mejor forma de utilizarlos para no disipar el ahorro energético acumulado hasta el momento?

En primer lugar, evitamos dejar estos dispositivos en espera, aunque te parezcan apagados, en este modo los dispositivos continúan consumiendo energía a pesar de no ser utilizados.

Si compras una plancha de pelo o una maquinilla de afeitar eléctrica, prefieres modelos que tengan la función de apagado automático en caso de inactividad durante un tiempo determinado, de esta forma evitarás desperdicios innecesarios por un simple olvido.

Para reducir aún más el consumo, antes de utilizar el secador, empieza por frotar tu cabello con una toalla: no todo el mundo sabe que esto realmente absorbe mucha agua y reduce el tiempo de uso. También evita encenderlo a máxima potencia, ahorrarás energía y tu cabello no se estropeará.

7) ¿Calentadores eléctricos? Mira tu factura

Muchos en el baño tienen un calentador eléctrico para usar en invierno cuando la habitación está demasiado fría. Se trata de una comodidad que, sin embargo, se paga cara dado el elevado consumo energético que se deriva de su uso. La solución ideal para ahorrar dinero es prescindir de esta pequeña comodidad, pero si realmente no puedes renunciar a eso es al menos un modelo de bajo consumo.

Además, los calentadores eléctricos más modernos permiten seleccionar diferentes potencias, no hace falta decir que cuanto menor es la potencia elegida, mayor es el ahorro.

8) Iluminación de bajo consumo

Por último, pero ciertamente no menos importante, un aspecto para reducir el consumo de energía se refiere a la iluminación del baño. Tanto para el espejo como para el techo que siempre prefieres Bombillas led: con la misma luz emitida consumen hasta un 50% menos de energía que las lámparas fluorescentes y tienen, como ventaja adicional, la de tener una vida útil superior a las 100.000 horas frente a las 10.000 de una lámpara tradicional (datos ENEA). Es cierto que el gasto inicial suele ser mayor, pero gracias al ahorro energético y a su mayor duración, podrás recuperar los costes incurridos en poco tiempo.

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