La relación especial entre padre e hija.

Es una relación casi mágica, pero a veces puede complicarse. La relación entre padre e hija es crucial y está llena de emoción.

Siempre objeto de "estudio" y atención por parte de expertos, el relación entre un padre y una hija sin embargo, siempre es especial. Para bien pero también para mal. De hecho, parece que los primeros años (concretamente el rango de edad de tres a nueve años) tienen un impacto notable en el crecimiento de las niñas y, por tanto, también en su forma de vivir la edad adulta. Incluidas las aventuras amorosas.

Pero, ¿qué es lo que hace que la relación entre padre e hija sea tan especial y especial? Una mezcla de complicidad, admiración mutua, descubrimiento, ánimo y expresó afectividad.

El padre para la hija

Para una niña, el papá representa la figura masculina en el mundo. Por tanto, el papel paterno se convierte en protagonista y portador de una responsabilidad considerable. Entonces, ¿cómo debería comportarse un padre para no decepcionar a la hija y no transmitir ¿Una imagen distorsionada o negativa de toda la categoría masculina? Primero, un papá debería haber, debe ser una presencia activa que comparte educación con la madre.

El mensaje positivo que debe transmitirse se refiere precisamente a la naturalidad e igualdad con respecto a los deberes de los padres. Sin embargo, a menudo existe el sentimiento negativo de que el padre "da" tiempo a la familia. Gracias a una paridad natural de roles y un amoroso intercambio, se puede hacer que los hijos (y, en este caso, la hija) perciban el sentido de respeto de la palabra.

El padre de un niño es el príncipe azul, es el modelo a seguir y también lo es cuando su comportamiento no es el mejor. Si el padre no respeta a la madre o transmite la idea de que los hijos son "tarea de las madres", con toda probabilidad la hija crecerá envuelta en la idea de que existen. tareas de mujeres y tareas de hombres, con baja autoestima como mujer.

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Lo más destacado de la relación padre-hija

Existe una edad de oro en la relación entre padre e hija: es una fase en la que, en cierto sentido, todo está decidido. La edad que va de tres a nueve años de niñas, según los expertos, es aquel en el que el papel paterno juega un papel decisivo.

En este período de tiempo, un padre realmente puede transmitir imágenes, huellas emocionales y a su hija enseñanzas cruciales para su futuro y sus relaciones. Por eso, los expertos aconsejan para vivir este momento al máximo.

Un padre debería jugar mucho con su hija, incluso eligiendo juegos que se han limitado a uno. "error de género" por mucho tiempo: de la lucha al fútbolPor supuesto, todo también se le concede a una hija. De hecho, es importante favorecer la propia buen contacto fisico es No tengas miedo exceder en la demostración de cariño y en la mimos.

Los abrazos y besos de un papá son ladrillos muy sólidos para autoestima de un niño, y por el de la mujer que se convertirá.

Preadolescencia y adolescencia

Después de la edad de oro, llegan preadolescencia y adolescencia. Son dos fases muy delicadas en la vida de un niño, pronto niña. En estos momentos incluso la relación con el padre puede cambiar en los caminos pero, si bien cultivado y cuidado en la niñez, no en la esencia y solidez.

Por lo general, desde la preadolescencia, las niñas comienzan a ser niñas y esta transformación afecta tanto la esfera emocional, sé eso físico. Emocionalmente, las hijas piden venir por primera vez respetó su privacidad.

Debido a esto, los papás podrían sentirse cortados repentinamente de la vida de su pequeña niña, sufriendo mucho por esta nueva condición. En cambio, es importante que un padre aprenda a respetar esta solicitud y a buscar nuevas formas de comunicarse con su hija a través de un dialogo tal vez mas igualitario, más adulto.

Sin embargo, lo que siempre debe transmitirse es el sentido de presencia: puedes volar lejos del nido y experimentar la vida, puedes soñar y alcanzar todos los picos, pero siempre hay un nido acogedor al que volver, Dónde está no serás juzgado pero entenderás. Este nido también será muy importante en la edad adulta.

Desde el punto de vista físicoLa adolescencia y la adolescencia son dos momentos muy difíciles para una hija: la menarca, los cambios en el cuerpo, la sexualidad que despierta, la primeras atracciones físicas. Estos son temas de los que a menudo es difícil hablar con papá. El rol paterno, en este caso, debe estar dirigido a comprensión y respeto: prohibido hacer bromas sobre cambios físicos o cambios en la apariencia de las hijas, además de minimizar o por el contrario dramatizar algunos "sufrimientos" propios de la edad (ligados, por ejemplo, a primero se enamora).

Diálogo, escucha y cercanía la herramientas más efectivas para seguir teniendo una relación especial y mágica con su hija.

Transmitir coraje, libertad y confianza

Una de las mejores formas de ser papá es aceptar la difícil tarea de transmitirle a tu hija el coraje, el deseo de soñar y el sentido de la belleza de la vida. Romper cualquier estereotipo de género, liberarse de cualquier tipo de esclavitud para salir su propia personalidad en su plenitud.

La certeza de que alguien cree en ella es eso siempre creerá en ella y en sus habilidades, es lo mas importante demostración de amor de un padre para su hija.

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