10 cosas que hacer que harán que tu verano en la ciudad sea divertido

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Para los que no se van de vacaciones, la ciudad se reserva muchas sorpresas por descubrir.

En verano se multiplican las fiestas y los conciertos en las plazas. Para algunos es necesario comprar entradas, es cierto. Sin embargo, son muchas las ciudades donde los ayuntamientos o asociaciones especiales organizan veladas musicales totalmente gratuitas, dirigidas a los turistas y a todo aquel que quiera salir. Plazas, parques, jardines públicos, a veces incluso puertos, se utilizan como lugares especiales para que los ciudadanos redescubran algunos lugares ocultos en su territorio.

Descubrir nuevos lugares también es posible sin salir de casa. Intenta agarrar tu bicicleta y dejar ir a donde te lleve la carretera. Sumérjase en sus pensamientos y piérdase en nuevos caminos y campos nunca explorados. Disfrute de una tarde relajante en la que admirar el paisaje circundante para descubrir nuevas vistas y pueblos vecinos. Para muchos, la bicicleta es un estilo de vida más que un medio de transporte. Pruébelo y entenderá por qué. Por no hablar de las calorías que te hace perder.

¿Estás realmente seguro de que conoces tu ciudad? El lugar donde vives a menudo se subestima. Se supone que los museos y monumentos siempre están ahí, al alcance de la mano. Intenta mirar tu entorno con ojos de turista. Ármate con zapatos cómodos y da un paseo por callejones y calles desconocidas, exactamente como si estuvieras viajando a un lugar nuevo. Descubrirás un lado inusual de ti y de lo que te rodea.

Seamos honestos, ya el tiempo para leer durante el año es muy poco, y mucho menos encontrar la manera de hacerlo en completa relajación. Suele haber una tendencia a reservar el papel de relleno para la lectura (en el transporte público, antes de acostarse). En su lugar, intenta aprovechar la ciudad desierta para labrarte un momento propio, sumergirte en el verde y viajar con la mente, dejándote llevar por una buena historia. Será bueno para el cuerpo y el espíritu.

Sea cual sea su ciudad, seguramente habrá un lago, un río o un curso de agua cerca que podrá utilizar para refrescarse y sumergirse en la naturaleza. Muchas veces se subestima la belleza de este tipo de paisajes, llevados por las ganas de viajar y ubicarse en las playas más dispares. Un viaje fuera de la ciudad no cuesta nada, sino un pequeño esfuerzo organizativo. Para ahorrar dinero, también puede preparar el almuerzo desde casa y llevárselo.

Los mercados no regalan nada, pero nadie te prohíbe hacer un recorrido para inspirarte para futuras compras o incluso simplemente para tomar un poco de aire fresco y divertirte. No solo. Cada vez son más las ciudades donde se realizan mercados de antigüedades, bajo el lema de la vendimia y la reutilización. Lugares donde puedes descubrir que muchos objetos que mantuviste relegados al ático pueden volver a la vida si se quitan el polvo y se limpian nuevamente.

¿Qué podría ser mejor que aprender el antiguo arte de la meditación para regenerarse y hacer las paces con su yo más profundo? Desde hace algunos años, diversas asociaciones organizan cursos de yoga o prácticas orientales al aire libre y con entrada gratuita. Algunos solo requieren registro para garantizar un número mínimo y máximo de asientos. Una buena forma de seguir moviéndose y tal vez descubrir una actividad para realizar incluso en invierno en lugar del gimnasio habitual.

El verde es el mejor amigo de la gente en estos calurosos días de verano. No solo para refugiarse del sol bajo la sombra de un árbol, sino también porque es el más alejado del asfalto caliente de las calles de la ciudad. Intenta retroceder en el tiempo, volver a ser un niño y revivir la experiencia de un picnic en el parque. Ya sea un almuerzo fugaz o un día ajetreado al aire libre, el beneficio está garantizado.

No es tan fácil encontrar cines al aire libre, especialmente en los pequeños centros urbanos. A veces, sin embargo, ocurre que algunas asociaciones de vecinos organizan veladas en las que proyectar grandes clásicos o películas de la pasada temporada por el puro placer de estar juntos, quizás pidiendo a todos que traigan una silla de casa. Una forma diferente de vivir la experiencia cinematográfica, ¡mucho mejor que estar hundido en el sofá!

¿Recuerdas cuando pasaste el verano de adolescente quedándote hasta altas horas de la noche y extendiendo el tiempo que pasas con tus amigos hasta el amanecer para ver salir el sol? ¿O cuántas puestas de sol has visto con auriculares en los oídos y tu música favorita como banda sonora? Aprovecha la ciudad vacía para convertirla en tu propio tesoro. Pon tu alarma temprano y déjate llevar por los colores del cielo cuando comience un nuevo día. Si las primeras horas de la mañana no son para ti, siempre está la puesta de sol lista para hacerte revivir pensamientos y sentimientos que pensabas que ahora estaban perdidos.

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