Cómo encontrar claridad en un momento en el que nos sentimos extremadamente confundidos

Puede parecer una verdadera hazaña, pero aún puede recuperar la claridad. Sí, tu mente también parece flotar, perdida entre grandes y pequeños problemas.

A todos les ha pasado: un período largo, pesado, una preocupación que nos atenaza. La respiración se vuelve corta, la confusión se arremolina y cada elección parece difícil: cómo encontrar claridad, en estas condiciones?

En primer lugar, no desesperes: ceder a la preocupación, la obsesión por la falta de claridad de pensamiento es lo peor que se puede hacer. Entonces, respiramos profundamente y veamos, paso a paso, cómo movernos.

¿Qué es la claridad?

Hay una primera pregunta que debemos hacernos: ¿qué es la claridad? Por claridad nos referimos a la capacidad de razonar sin ser influenciado de los acontecimientos y, sobre todo, de las emociones negativas.

Esto puede ser particularmente difícil cuando está emocionalmente agotado y cuando se siente vulnerable, por la sencilla razón de que prevalece la confusión.

La confusión en esta área también debe definirse bien: por confusión entendemos querevoltijo de pensamientos sin salida, principalmente negativos, que parecen pelear en nuestra cabeza con el simple propósito de llamar nuestra atención sobre los temas más espinosos.

Una vez aclarado el estado en el que nos encontramos y el objetivo que queremos conseguir, no nos queda más que seguir algunos consejos que, aunque aparentemente obvios, realmente pueden cambiar la situación.

Cómo encontrar claridad con amabilidad

Encontrar claridad se vuelve más fácil si comenzamos a moldear nuestras acciones con amabilidad. No solo bondad hacia los demás sino también, sobre todo e incuestionablemente, hacia nosotros mismos.

Miremos cómo se vería alguien que necesita ayuda: ¿cuál sería el primer gesto a hacer? Un cuidado, un abrazo para recordarnos lo importantes que somos.

Date un momento de relajación es un primer paso. La sensación de bienestar que proviene de frenar la negatividad solo para darte belleza, sin la presunción de cambiar completamente la situación, cambia nuestra actitud.

Una vez hecho esto, intentemos ser amables. incluso con nuestros pensamientos: descartamos (pero no expulsamos) los que tienen menor prioridad. No significa no encontrar su solución, sino posponerla para un momento en el que habrá más tiempo, más espacio, más calma.

Priorizamos lo que nos preocupa y que se puede resolver en el menor tiempo. Y si por casualidad no hubo soluciones, hagámoslo solo una simple pregunta: ¿de qué sirve torturarse si lo que nos acecha es inmutable e irreversible?

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Errores para no cometer

Como con todo, hay errores que no se deben cometer cuando queremos encontrar claridad, la claridad de pensamiento y serenidad en acercarnos a lo que nos atormenta.

Precisamente, hay cuatro cosas que no debes hacer, que pueda anular cualquier gesto de bondad y amor hacia nosotros mismos.

  • Fosilizar en elecciones correctas e incorrectas: si nos vemos obligados a elegir algo y estamos atormentados, tratamos de prestar mucha atención a los conceptos de bien o mal. Preguntémonos qué queremos decir con estos dos términos: para quien ¿La elección que tomamos es correcta o incorrecta? Recordemos que no estamos obligados a complacer a los demás, sino a hacer el bien de nosotros mismos, siempre.
  • Ceder al pesimismo: "No importa lo que haga, de todos modos saldrá mal": ¿cuántas veces lo hemos repetido? Muchos, quizás demasiados. Cuando busca claridad y quiere sortear el obstáculo de la confusión, no puede ceder en absoluto al sentimiento de pesimismo o impotencia. Pensamos en todas las veces que hemos ganado una apuesta y tratamos de centrarnos en el hecho de que sí, también estamos hechos para ganar desafíos.
  • Traga los sapos: estar sometido a los acontecimientos no es la actitud correcta. Cualquiera que se trague sapos solo termina ahogándose o escupiéndolos en el momento equivocado, por lo que es mejor poner todo en su plato antes de que sea tarde. No importa lo difícil o lo aterrador que sea: sacar todo y de inmediato nos aclarará nuevamente, de inmediato.
  • Vaya en busca de soluciones fáciles: la búsqueda de trucos es uno de los agravantes en tiempos de confusión. Quita la claridad, porque todas nuestras energías están enfocadas en sortear el problema y no en superarlo. Archivamos el deseo de saltarnos etapas fundamentales e intentamos, en cambio, aceptar todas las consecuencias de saltar el obstáculo.

Cómo encontrar la claridad y no volver a perderla nunca

Ser capaz de recuperar la claridad es una cosa, no perderla más, seamos sinceros, es otra cuestión. Sin embargo, si hemos podido recuperarnos una vez, tendremos la clave para evitar ser abrumado por la confusión las próximas veces.

Por supuesto, no es simple: nuestra existencia se compone de buenos y malos momentos que, seguidos sin ningún orden en particular, nos pueden desestabilizar. El secreto es recordar que en realidad la claridad siempre está dentro de nosotros y que basta con hacer un pequeño pedido para volver a encontrarla.

Al igual que nuestro dormitorio cuando éramos adolescentes o nuestro estudio que a veces parece devorar nuestras notas y nuestro material de oficina, nuestra mente ha necesita algo de limpieza: Eliminamos lo superfluo y ponemos prioridades en línea y nuestra claridad no nos abandonará.

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