Cómo quedar embarazada si no quiere

Los motivos y posibles soluciones para hacer coincidir el deseo de maternidad con el reloj biológico de la pareja

El deseo de maternidad no siempre coincide con el deseo igualitario de una pareja de conviértete en padre. Por el contrario, es una situación bastante frecuente y puede afectar de manera transversal a hombres de diferentes clases sociales, profesiones y edades. Hablamos de esa falta de deseo y / o necesidad de paternidad que escapa a cualquier tipo de valoración económica, social y contextual. O, al menos, aparentemente se te escapa.

Excluyendo métodos antiguos y cuestionables para "enmarcar" al socio en una condición de paternidad después de que el hecho ya haya sucedido, es importante comprender qué se esconde detrás de este rechazo. Tomando en consideración una relación funcional, es decir, dos personas que se aman y realmente tienen la intención de estar juntas construyendo algo (es decir, tener una visión a largo plazo de una pareja).

Las presiones

Hay tipos de hombres (pero también mujeres) que sufren muchísimo cualquier tipo de presión. A nadie le gusta estar estresado o presionado todo el tiempo por algo, y mucho menos si es un tema importante como, de hecho, puede serlo. deseo de un hijo.

Entonces, incluso si su reloj biológico comienza a marcar cada vez más insistente, es bueno que este deseo no se convierta inmediatamente en una solicitud palpitante para la pareja. Allí calma es la mejor estrategia con la mayoría de los hombres, porque les permite entrar gradualmente en el orden de las ideas de que la paternidad también puede ser bella (no es tan obvio para todos).

Problemas económicos

Si no quiere un hijo, varios pueden esconderse detrás del rechazo. razones "externas a la relación"Por ejemplo, el socio podría verse afectado por preocupaciones económicas y laborales, por la falta de estabilidad y poder planificar a largo plazo.

De hecho, este estado de ansiedad no siempre se comunica a la pareja. Tampoco es seguro que el interesado lo perciba claramente. Sin embargo, con un diálogo activo y sincero, las verdaderas razones para negarse a tener un hijo pueden salir a la superficie. Y, con ellos, también las posibles soluciones para no renunciar a una familia.

La pareja cambiante

Una de las mayores preocupaciones al respecto. tener un hijo, es precisamente el cambio que conlleva este evento. De hecho, es innegable que la paternidad cambia todo tipo de equilibrio dentro de una pareja (organizativo, sexual, económico). Las mujeres, por regla general, experimentan esta perspectiva como un cambio apasionante, precisamente porque están acostumbradas a razonar con más fluidez y, si queremos, incluso con más valentía.

Hombre, no siempre pero a menudo, en cambio los miedos cambian e tiende a mantener el status quo (Un ejemplo es la incapacidad de muchos hombres para terminar una relación de manera decisiva y clara). Más aún si la relación entre dos personas va bien. Entonces (paradójicamente) si está locamente enamorado y convencido de la relación, es posible que se muestre más reacio a tener un hijo con su pareja.

En estos casos, puede ser útil tranquilizar a la pareja sobre los aspectos positivos (y constructivos) de la paternidad y sobre lo que, en cambio, se preservará y protegerá celosamente incluso en presencia de un niño (amor, sexo, intimidad).

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