Leer cuentos de hadas a los niños no solo es educativo, también es importante para consolidar la relación entre padres e hijos.
Leer cuentos de hadas para los niños tiene múltiples significados, todos importantes para los suyos crecimiento. Acompañe gentilmente a los niños a la dormir, un momento no siempre fácil sobre todo entre los más pequeños. Cementa el relación padre-hijo porque el momento compartido es realmente especial y dulce (¡siempre que no haya interferencias externas!). También puede inculcar en el niño la pasión por leyendo y estimular su inteligencia y curiosidad.
Todo el mundo sabe entonces que el cuentos siempre tener uno moral y enseñan algo, comunicándose con la esfera emocional del niño más que con su parte racional. Esta es la razón por la que los psicólogos del desarrollo recomiendan los cuentos de hadas para superar cualquier problemas infantiles que, identificándose en el caracteres de los cuentos de hadas, encuentra una similitud con su estado de ánimo y la resolución de cualquier conflictos. ¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertos cuentos de hadas clásicos son así? temeroso? Ciertamente no quieren asustar al niño, al contrario, lo ayudan a exorcizar el miedo.
En resumen, encuentra 10-15 minutos de tiempo cada noche para narrar uno fábula para tus hijos es muy importante. Incluso después de un día ajetreado e incluso si desea que se duerman de inmediato, dígales uno cuento, leyendo un libro o recordando de memoria un cuento de hadas de su infancia, quizás enriqueciéndolo con detalles inéditos. Recuerde que a los niños les tranquiliza repetitividad, ¡así que no se impaciente si siempre quieren escuchar la misma historia todas las noches!
Las fábulas intemporales de Esopo
Aquí te proponemos 5 fábulas de Esopo, el mayor nos lo transmitió. Son historias breves, lineales y con una clara finalidad educativa. Pero también pueden ser divertidos porque los personajes suelen ser dioses. animales, amado por los niños. Estos cuentos de hadas suelen ser muy didácticos, los hemos enriquecido con algunas anécdotas para hacerlos más discursivos. Léalos y cuéntelos a sus hijos, quizás añadiendo también pequeños detalles únicos, siguiendo la imaginación y adaptándolos a su carácter y temperamento. hijo.
- El zorro y la uva - La cigarra y las hormigas - El ratón de la ciudad y el ratón del campo. - El ratón y la rana - La liebre y la tortuga