Expectativas de los demás: cómo deshacerse de ellos y vivir más feliz

La mente es un lugar fantástico y los seres humanos podemos utilizarla de un millón de formas diferentes. Sin embargo, una de las cosas que mejor hacemos es usarlo para poner un radio en la rueda nosotros mismos. A menudo, la culpa radica en las expectativas inadecuadas que los demás depositan en nosotros.

Tu mente es capaz de brindarte una sorprendente visión general de la vida que te rodea. No solo te permite establecer metas concretas, sino también soñar, imaginar y planificar el futuro, llegando a hacer predicciones sobre lo que podría suceder. Se ve genial, al menos hasta que termina tropezando expectativas de los demás.

Hacer predicciones a menudo es imposibley, con frecuencia, estas proyecciones de futuro están íntimamente ligadas a lo que sus seres queridos esperan de usted. Las cosas que imagina que van a suceder, eventualmente, pueden no suceder. Cuando no solo tú, sino también tus seres queridos, has puesto mil expectativas sobre cierto evento que ha salido mal, tu mente llega al punto de desmoronarse.

Entonces, ¿las expectativas son algo bueno o no? La respuesta más simple que podemos darle es no, no necesariamente.

¿Cuáles son las expectativas (y por qué nos duelen tanto, a veces)?

Las expectativas son básicamente una producto de tu imaginación. Proyecte lo que imagina que debería suceder, o lo que otros esperan de usted, en un futuro simulado y potencialmente irreal. Cuando lo que imaginas finalmente no se hace realidad, sientes que comienza a acumularse dentro de ti resentimiento, odio y mucha, mucha frustración. ¿Quiere saber por qué realmente deseaba lograr tal objetivo o por qué? alguien esperaba de ti que seguirías un camino determinado, presionando tu vida diaria. La decepción y la frustración son los cimientos de una relación disfuncional con nosotros mismos y con un enfoque poco realista de la vida cotidiana. Nuestra mente, de hecho, está convencida de que las expectativas recompensadas y cumplidas conducen a una vida más feliz y completa. ¿Pero será verdad?

Expectativas de los demás: ¡simplemente duelen!

En el momento en que decides seguir un estilo de vida más esencial, comprendes lo importante que es dirigir tus energías y deseos hacia las personas, las relaciones y las metas que realmente te importan. Atención, dijimos "tú". Para ti. No son los demás, ni tus padres ni tu familia, los que tienen que esperar algo de ti a toda costa: eres la única persona que tiene algo que decir sobre las expectativas que puedas tener del futuro.

¿Qué sucede, entonces, cuando las cosas no salen como se esperaba? A veces, sus expectativas son simplemente demasiado altas o no son compatibles con lo que realmente desea. O bien, el destino hace todo lo posible para hacer estallar el plan que tenía en mente. Imagínate despertarte una mañana planeando ir a casa de tu pareja, hacer un agradable recorrido por una ciudad de arte y cenar en un restaurante romántico. En realidad, sin embargo, te despiertas con un mensaje de tu novio de que no se siente muy bien y cuando enciendes el coche te das cuenta de que está averiado. Como se puede ver, los planes pueden colapsar rápidamente, es por alguna razon - además independiente de tus habilidades. No es culpa tuya: es la vida, y hay que afrontarla momento a momento, sin exagerar demasiado los desagradables acontecimientos inesperados.

Tómate un momento para define tu lista de prioridades. No se pregunte: ¿qué espero de mí mañana? En cambio, pregúntese: ¿qué puedo hacer, concretamente, mañana? En lugar de fijarte el objetivo, termina esa presentación que, tal vez, podría llevarte hasta 10 horas, toma cuatro horas para trabajar duro en ella, dedicándola en cuerpo y alma. Aprovecha esas cuatro horas y, cuando se acabe el tiempo, detente. Las posibilidades de realizar esa tarea serán mucho mayores.

Hurra el primero en no juzgar

Hemos hablado de las expectativas que te pones a ti mismo, pero ¿cómo vas a deshacerte de las de tus seres queridos? ¿Cuántas veces has juzgado a alguien más? Se honesto. ¿Cuántas veces ha hecho una crítica negativa y bastante amarga de la vida de otra persona, preguntándose por qué no hizo lo que usted habría hecho, que es lo correcto?

Somos diferentes. No todos pensamos igual y, seamos sinceros, esa es la belleza. Empiece por usted mismo y ponga las cosas en perspectiva, convirtiéndose en un pequeño examen de conciencia: Cuando crees que sabes lo que habrías hecho en el lugar de otra persona, estás poniendo expectativas en él que no se merece. ¿Y cuánto odias cuando te imponen esto? Rompe el círculo vicioso de decirte que quieren que te cases cuando no es tu intención. Rompe las cadenas de los que te juzgan porque tienes tres hijos, cuando quizás "en tu lugar yo hubiera tenido solo uno".

Aprende a aceptar lo que pasa

Dejar atrás las expectativas de los demás es un trabajo interior que se realiza siguiendo el camino de la conciencia, la autoaceptación, la gratitud diaria y con la capacidad no trivial de deshacerse del resentimiento por lo que no iba en la dirección correcta. Acepta la vida como viene: es obvio que es más fácil aceptar las cosas buenas y repudiar las malas. En la mayoría de los casos, solo puedes hacer dos cosas: aceptar la situación o luchar para cambiarla. La aceptación no es síntoma de debilidad.

Es posible que aún quieras cambiar las cosas en el futuro, pero en este momento la verdad es lo que tienes frente a ti, desagradable o agradable. Recuérdalo nunca tendrás el control total de lo que te suceda, y es perfectamente normal que este sea el caso. Por eso puedes rechazar la realidad de las cosas, pero no podrás cambiarlas por eso. Mejor entonces usar tus energías para lograr metas concretas, ¿no crees?

Articulos interesantes...