Cómo aprender a aceptar (y hacer) la crítica con serenidad

Siendo criticado es sufrir el juicio de los demás es una experiencia común a todos, además de sentirse obligado a expresar nuestra opinión hacia otros. A menudo, ambas situaciones no son fáciles de afrontar porque, frente a las críticas, tanto de las que se hacen como de las que se sufren, sentimos que nuestros valores se vieron obligados a ser expuestos y desnudos. Y esto nunca es algo agradable.

A todos, incluso a los más seguros, les gustaría que todo saliera bien, sin criticas de cualquiera. En cambio, incluso aquellos que parecen inexpugnables siempre sienten un poco de miedo a tener que presentar una queja a alguien o, peor aún, tener que sufrirlo.

Hay algunos consejos que podemos seguir, pero la primera regla esencial es que Las críticas siempre deben ser oportunidades de crecimiento.. Debemos recordar cuándo los recibimos y más aún cuando se los hacemos a otra persona: si nos damos cuenta de que criticar siempre, tratemos de pensar cuántas de nuestras críticas se hacen con el objetivo de mejorar realmente la situación y cuántas en cambio provocan una reacción excesiva en la contraparte.

Aprenda a recibir y responder a las críticas.

Si, por el contrario, los estamos recibiendo, antes que nada debemos pensar que no somos robots: es impensable que no tengamos ninguna reacción. Sin embargo, podemos aprender a gestionarlos, por ejemplo:

1. Escuchar: Solo así podremos entender si la crítica se dirige a nuestro trabajo y se expone de forma clara y concreta con respecto al problema en cuestión o tiende a devaluar toda nuestra persona.

En el primer caso, podemos estar seguros: es uno crítica constructiva es podemos aprender algo. Podemos seguir escuchando y ver si podemos hacer una mejora efectiva en nuestro trabajo y en nosotros mismos, tal vez pidiendo un Consejo. En el segundo caso, podemos ignorar los aspectos más destructivos.

2. GExtiendo las emociones: este es un paso difícil, porque cada uno tiene su propio nivel de sensibilidad. Si somos susceptibles, primero debemos aprender a no tomarlo de inmediato y luego a no generalizar la crítica, terminando por cuestionarnos a nosotros mismos. Nosotros valemos como personas independientemente de los errores que cometamos: es precisamente esto lo que a menudo los sensibles no ven.

3. RManteniendo la calma: puede ser útil concentrarse en la respiración o tomar un momento de pausa antes de contestar. Explicamos que necesitamos algo de tiempo y mientras tanto intentamos eliminar algo de estrés. Lo evitaremos reacciones excesivas, demasiado dictado por la ira.

Cómo hacer críticas constructivas

Incluso si tenemos que hacer críticas, tenemos en cuenta los mismos principios y tratamos de ponernos en la piel de quienes las recibirán. Por ejemplo:

1. Fdamos la bienvenida a comentarios constructivos: evitamos decir algo negativo sobre cosas que nuestro interlocutor (la persona que recibe la observación) no puede hacer nada en este momento para cambiar. Podemos involuntariamente causar vergüenza y humillación.

También intentamos decir algo positivo junto con la crítica: el "método sandwich" consiste precisamente en insertar la nota desagradable entre dos cumplidos. Se usa a menudo en empresas pero también se puede adoptar en relaciones privadas, porque hace que la gente esté más dispuesta a aceptar lo que estamos diciendo.

2. Stomamos el momento y el lugar adecuados: incluso si las intenciones son positivas, no siempre son positivas circunstancias. Por ejemplo, a nadie le gusta ser criticado en público o cuando está demasiado cansado, o cuando ya está demasiado ocupado para estar allí escucha con calma.

3. Spongámoslo cuando sea el momento: no digamos demasiado a la vez. Incluso si son todos consejos, se verán como uno lista de cosas negativas para remediar. Tratamos de no repetirnos. Si sabemos captar las señales de que la otra persona ya ha tenido suficiente, nos detendremos en el punto correcto para que las críticas se entiendan de verdad y no nos demos a conocer como "críticos".

Articulos interesantes...